Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, ANPE Melilla quiere poner el foco en un aspecto fundamental y a menudo invisibilizado: la salud mental del profesorado y su relación directa con las condiciones laborales en los centros educativos.
Los riesgos psicosociales presentes en el ámbito educativo —como la sobrecarga de trabajo, el estrés continuado, la falta de autonomía o el escaso apoyo institucional y social— afectan gravemente al bienestar psicológico, físico y emocional del personal docente. Estas condiciones, sumadas a la complejidad del contexto escolar actual, están generando un incremento preocupante de los casos de estrés, ansiedad, burnout y otras patologías asociadas.
Desde el Servicio del Defensor del Profesorado de ANPE, observamos cómo estos factores están íntimamente ligados a los conflictos de convivencia que se viven en los centros educativos y cómo repercuten directamente en la salud mental del profesorado.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la enseñanza se considera una de las profesiones con mayor riesgo de estrés laboral debido a la elevada carga de trabajo, la responsabilidad educativa y los desafíos crecientes dentro del aula.
Para comprender mejor esta relación, ANPE Melilla destaca el modelo Demanda–Control–Apoyo Social de Karasek, que explica cómo el equilibrio entre las exigencias del trabajo (demandas), la autonomía profesional (control) y el respaldo institucional y social (apoyo) resulta determinante para el bienestar docente.
- En un entorno laboral saludable, las demandas son razonables y estimulantes, existe autonomía para tomar decisiones y se cuenta con apoyo de equipos directivos, compañeros y familias.
- En un entorno negativo, las demandas son excesivas, el control sobre el propio trabajo es mínimo y el apoyo social inexistente, generando frustración, desmotivación y riesgo de burnout.
El impacto de estas condiciones se traduce en altas tasas de estrés, ansiedad, desmotivación y absentismo laboral, afectando tanto al bienestar del profesorado como a la calidad educativa.
Por todo ello, ANPE Melilla reclama la implementación de un plan integral de mejora de las condiciones laborales del profesorado, que contemple medidas efectivas de prevención de riesgos psicosociales, protocolos de apoyo emocional y programas de formación en gestión del estrés y autocuidado.
El Defensor del Profesorado de ANPE seguirá trabajando activamente para ofrecer asesoramiento, apoyo y acompañamiento al profesorado que sufre situaciones de conflicto o deterioro emocional derivadas del ejercicio de su labor docente.
“Cuidar la salud mental del profesorado es garantizar una educación de calidad. “El bienestar emocional del docente es un pilar importante para un sistema educativo saludable.”
Para más información o apoyo, los docentes pueden contactar con el Servicio del Defensor del Profesorado a través de ANPE Melilla.